¿Quién era Urías el hitita en la Biblia?

Del Antiguo Testamento

• Urías el hitita era uno de los “hombres valientes” o guerreros de élite de David, un grupo de hombres que se distinguían por sus logros en el campo de batalla (2 Samuel 23:8-39).
• Urías es más conocido por ser el hombre al que David mandó matar para encubrir el hecho de que David había dejado embarazada a la mujer de Urías, Betsabé (2 Samuel 11-12).
• Aunque Urías era conocido como “el hitita”, obviamente era leal a David y a los israelitas en lugar de identificarse con su propio pueblo, que era enemigo de Israel.
• La esposa de Urías, Betsabé, era “hija de Eliam” (2 Samuel 11:3), otro de los hombres valientes de David (2 Samuel 23:34). Urías debía de ser un hombre muy respetado entre sus compañeros guerreros para que se le confiara la mano de la hija de Eliam.
• Mientras Urías y el ejército israelita estaban fuera luchando, David se quedó en Jerusalén, donde vio a Betsabé y la quiso para sí. “David envió mensajeros y la tomó; y cuando ella vino a él, él durmió con ella” (2 Samuel 11:4). Al descubrir que ella había concebido durante este encuentro, David ideó un plan para traer a Urías a casa después de la batalla y devolvérselo a su mujer para que se creyera que el bebé era de Urías.
• Cuando fue llamado, Urías abandonó obedientemente el campo de batalla y se presentó ante David en Jerusalén, donde le contó cómo iba la guerra. David envió entonces a Urías a casa de su esposa con un regalo personal, pero Urías sentía tal lealtad hacia sus compañeros que se negó a disfrutar de las comodidades del hogar y de su esposa mientras el ejército seguía soportando las penurias de la guerra (2 Samuel 11:11). Al día siguiente, David incitó a Urías a emborracharse, aparentemente con la esperanza de que la embriaguez hiciera cambiar de opinión a Urías. Sin embargo, aun borracho, Urías “no bajó a su casa” (2 Samuel 11:13). Su compromiso de hacer lo que consideraba correcto contrastaba con la voluntad de David de cometer un pecado flagrante.
• Cuando David vio que su plan no funcionaba, decidió matar a Urías en la batalla para poder casarse con Betsabé y hacer que el embarazo pareciera legítimo. David escribió instrucciones para que el comandante del ejército colocara a Urías “al frente de la batalla más reñida y retírense de él, para que sea herido y muera” (2 Samuel 11:15). El hecho de que David necesitara que se ordenara al ejército retroceder ante Urías revela lo consumado guerrero que debía de ser, para tener que ser abandonado en los combates más duros con el fin de asegurar su muerte. Irónicamente, David confió a Urías esta carta que ordenaba su muerte. Urías era un hombre digno de confianza y honesto, pues llevó esta carta, sin abrir, a su comandante. Urías siguió obediente y valientemente las órdenes de su comandante y murió en la batalla (2 Samuel 11:16-17).
• David se casó con Betsabé, “pero lo que David había hecho fue malo ante los ojos del SEÑOR. Entonces el SEÑOR envió a Natán a David” (2 Samuel 11:27-12:1). Natán confrontó a David acerca de estos pecados contándole la historia de un hombre rico que tomó el cordero de un hombre pobre, que “era como una hija para él” (2 Samuel 12:3), para prepararlo como alimento para un viajero en lugar de matar un cordero de su propio rebaño. David se enfadó con el hombre rico de la historia, diciendo que ese hombre “merece morir” (2 Samuel 12:5). Natán le respondió: “¡Usted es aquel hombre!” (2 Samuel 12:7). Luego compartió con David lo que el Señor había dicho sobre los dones que le había dado, los pecados de David y sus consecuencias (2 Samuel 12:1-15). David confesó y se arrepintió (2 Samuel 12:13; Salmo 51). Sin embargo, las consecuencias negativas permanecieron, incluyendo la muerte del hijo que Betsabé había dado a luz, así como continuas luchas y violencia dentro de la casa de David (2 Samuel 12:10-12, 14-23).

Del Nuevo Testamento

• En la genealogía de Jesús registrada en Mateo 1:6 los antepasados enumerados incluyen: “Isaí fue el padre del rey David. Y David fue el padre de Salomón, de la que había sido mujer de Urías”. Aunque no está genéticamente conectado con el Mesías, Urías el hitita recibe una mención honorífica en la genealogía de Jesús. Teniendo en cuenta su amor y lealtad al pueblo israelita, su valentía y su carácter intachable, es fácil ver por qué a Urías se le concede este honor.

Implicaciones para hoy

La integridad y lealtad inquebrantables de Urías el Hitita son un poderoso ejemplo de cómo mantener los propios principios a pesar de las dificultades personales. Urías luchó en nombre de los israelitas y no de los hititas, demostrando que seguía lo que creía correcto, no lo que se esperaba de él. Seguir sus principios en lugar de sus comodidades también se ve en su negativa a permitirse las comodidades del hogar mientras sus compañeros soldados soportaban las penurias de la guerra. Esto ilustra un profundo compromiso con el deber y el honor. En nuestras vidas, podemos aplicar esta lección dando prioridad a nuestras responsabilidades y manteniéndonos fieles a los valores de la Biblia, incluso cuando nos enfrentamos a situaciones tentadoras o desafiantes. La historia de Urías nos recuerda que la verdadera integridad implica tomar decisiones difíciles que reflejen nuestros compromisos y principios más profundos. En última instancia, vivir con tal integridad no solo preserva nuestro honor personal, sino que también deja un legado duradero de carácter y rectitud.