¿Quién era Saulo de Tarso en la Biblia?

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En resumen:

Saulo de Tarso era un judío cuya vida fue transformada por Jesús. La historia de Saulo de Tarso revela el poder transformador de la gracia y nos enseña sobre el celo con el que estamos llamados a vivir para Cristo.

Del Antiguo Testamento

  • Saulo de Tarso no se encuentra en el Antiguo Testamento.

Del Nuevo Testamento

  • Saulo de Tarso era un judío de la tribu de Benjamín, nacido en la ciudad de Tarso (en la actual Turquía), pero criado en Jerusalén, Judea (Filipenses 3:5-6, Hechos 22:3). Tarso era una ciudad libre de la provincia romana de Cilicia, y los padres de Saulo se habían hecho ciudadanos de Roma. Así pues, por nacimiento, Saulo también tenía la ciudadanía romana (Hechos 22:28).
  • Saulo de Tarso se formó en la Torá (estudios bíblicos y leyes) con un rabino muy respetado del siglo I, Gamaliel (Hechos 5:34; 22:3).
  • Saulo se consideraba celoso de Dios y se identificaba como fariseo (Hechos 22:3; 23:6).
  • Aunque Saulo era de oficio fabricante de tiendas, se había convertido en un agente del Sanedrín (Hechos 18:3). Estuvo presente en la ejecución por lapidación del primer mártir del cristianismo, Esteban, y puede que fuera uno de “los de Cilicia” que habían discutido con Esteban en la sinagoga (Hechos 6:9; 7:58).
  • Tras su implicación en la muerte de Esteban, Saulo se propuso destruir la comunidad mesiánica, también conocida entonces como El Camino (Hechos 8:3; 9:1-2). Recorrió Jerusalén sin descanso, “entrando de casa en casa, y arrastrando a hombres y mujeres, los echaba en la cárcel” bajo sospecha de que creían en Jesús como Mesías (Hechos 8:3). Saulo no se contentó con llevar a cabo su inquisición solo en Jerusalén, sino que buscó autoridad para arrestar a los creyentes en Damasco y llevarlos a Jerusalén para ser juzgados (Hechos 9:2).
  • De camino a Damasco, Saulo de Tarso se encontró con Jesús y su corazón cambió (Hechos 9:1-31). Muchos creen erróneamente que Dios también cambió su nombre de Saulo a Pablo. Sin embargo, Pablo es simplemente la forma griega del nombre hebreo Saulo (Hechos 13:9), así que cuando Saulo comenzó a ministrar fuera de Jerusalén a judíos y gentiles de habla griega, usó la forma griega de su propio nombre, de la misma manera que un Roberto de habla hispana usaría Robert en un territorio de habla inglesa o viceversa.
  • Con el mismo celo con que Saulo de Tarso había perseguido a la Iglesia, se propuso difundir el evangelio a todo el que quisiera oírlo. El apóstol Pablo dedicó más de treinta años al ministerio del evangelio mediante la evangelización callejera, la plantación de iglesias, la predicación itinerante y la redacción de cartas. Muchas de esas cartas fueron inspiradas por Dios y forman parte del canon del Nuevo Testamento. En ellas se exponen doctrinas importantes y se dan instrucciones claras sobre el carácter y la vida cristianos. El fariseo celoso y cumplidor de la ley fue liberado de la carga de ganarse su propia justicia, encontrando la libertad en la vida perfecta de Cristo, sacrificada en la cruz para el perdón de todos los que creyeran.
  • Pablo escribió: “Y aún más, yo estimo como pérdida todas las cosas en vista del incomparable valor de conocer a Cristo Jesús, mi Señor, por quien lo he perdido todo, y lo considero como basura a fin de ganar a Cristo, y ser hallado en Él, no teniendo mi propia justicia derivada de la ley, sino la que es por la fe en Cristo, la justicia que procede de Dios sobre la base de la fe” (Filipenses 3:8-9). Saulo consideraba que todos los méritos de su vida anterior a la conversión carecían de valor en comparación con el privilegio de conocer y confiar en Jesús y encontrar su nueva identidad como siervo del Señor en lugar de siervo de la ley judía (Romanos 1:1; 2 Corintios 5:17).

Implicaciones para hoy

La vida de Saulo de Tarso revela el poder transformador de la gracia. La trayectoria de Saulo, que pasó de ser un celoso perseguidor de cristianos a un apóstol apasionado que difundía el mensaje de Cristo tanto a gentiles como a judíos, demuestra que nadie está más allá de la redención. Su vida nos enseña que, independientemente de nuestras acciones o creencias pasadas, un encuentro genuino con la gracia puede reorientar nuestro propósito y nuestra identidad. Esta transformación nos anima a permanecer abiertos a la forma en que Dios nos hace crecer y nos refina, a buscar y aceptar el perdón, y a permitir que nuestras nuevas convicciones, basadas en la Palabra de Dios y en el poder de Su Espíritu, guíen nuestras acciones. La historia de Saulo es un poderoso recordatorio de que nuestro pasado no define nuestro futuro. Nos muestra que nadie está fuera del alcance de Dios, lo que nos da esperanza para los seres queridos que no son salvos o para aquellas personas que pensamos que “nunca” vendrán al Señor. Con fe, Dios puede transformar nuestras vidas.

Comprende

  • Saulo de Tarso era un judío de ciudadanía romana criado en Jerusalén.
  • Saulo de Tarso fue entrenado en la Torá bajo el respetado rabino Gamaliel, convirtiéndose en un celoso fariseo.
  • La vida de Saulo de Tarso se transformó de celoso cumplidor de la ley judía y perseguidor de cristianos a ferviente seguidor de Cristo tras encontrarse con Jesús en el camino de Damasco.

Reflexiona

  • ¿Qué te enseña la transformación de Saulo, de perseguidor de cristianos a apóstol de Cristo, sobre la obra transformadora de Dios en quienes se vuelven a Él?
  • ¿En qué áreas de tu vida necesitas permanecer abierto al poder transformador de la gracia, similar a la experiencia de Saulo en el camino a Damasco?
  • ¿De qué manera el celo de Saulo por difundir el evangelio puede alentar tus propios esfuerzos por compartir tu fe y servir a los demás?

Ponlo en práctica

  • Saulo de Tarso, también conocido como el apóstol Pablo, escribió muchos de los libros del Nuevo Testamento. La mayoría de los teólogos están de acuerdo en que escribió Romanos, 1 y 2 Corintios, Gálatas, Efesios, Filipenses, Colosenses, 1 y 2 Tesalonicenses, 1 y 2 Timoteo, Tito y Filemón. Se llama a sí mismo “el apóstol de los gentiles” en Romanos 11:13 no porque solo predicara a los gentiles, sino porque reconocía que la salvación de Dios se ofrecía a todos.
  • ¿De qué manera te interpela la conversión de Saulo sobre tu forma de ver a los no creyentes, especialmente cuando parecen estar lejos de la fe o la redención?
  • ¿Qué causa tanto odio contra los cristianos?