¿Quién era Cleofás en la Biblia?

En resumen:

Cleofás se encontró con Jesús en el camino a Emaús. El conocimiento de la Palabra que tenía Cleofás y su respuesta a Jesús animan nuestra fe.

¿QUÉ DICE LA BIBLIA?

La única mención de Cleofás en la Biblia se encuentra en Lucas 24:18. Cleofás fue uno de los dos discípulos con quienes Jesús se encontró en el camino a Emaús el día de Su resurrección. No conocemos la identidad del otro discípulo, pero sabemos que ninguno de los dos formaba parte de los once apóstoles que quedaban tras la muerte de Judas (Lucas 24:33). Cleofás y el otro discípulo iban de camino a Emaús, conversando sobre la crucifixión y la tumba vacía, cuando Jesús se les unió de repente, aunque no lo reconocieron. Lucas es el único autor de los Evangelios que incluyó este suceso y que menciona el nombre de Cleofás. Todo el incidente se describe en Lucas 24:13-35. Cleofás y su compañero de viaje fueron de los primeros en ver a Jesús después de Su resurrección. La mención de Cleofás nos reafirma que Jesús nos escucha (1 Juan 5:15), viene a nosotros cuando lo necesitamos (Santiago 4:8) y que todos somos igualmente importantes en Su reino (Lucas 9:48).

DEL ANTIGUO TESTAMENTO

DEL NUEVO TESTAMENTO

IMPLICACIONES PARA HOY

La historia de Cleofás nos enseña la importancia de conocer la Palabra de Dios y de estar dispuestos a dialogar con otros sobre la verdad. Cleofás se encontró con Jesús de una manera y en un momento inesperados. A pesar de no reconocerlo, Cleofás y su compañero conocían la Palabra de Dios y conversaron con Él mientras les explicaba las Escrituras. De la misma forma, tú también debes conocer la Palabra de Dios y estar dispuesto a dialogar con los demás, incluso cuando esto desafíe tus ideas o creencias preconcebidas. Conocer la Palabra de Dios también te permite profundizar en tu comprensión de Él, de Su carácter y de Su plan para ti. A medida que lo conozcas, estarás preparado para responder a quienes te pregunten sobre tu fe. Los demás no lo conocerán si no lo compartes (Romanos 10:14-15). Cleofás también nos enseña la importancia de la hospitalidad. Aún sin reconocer a Jesús, Cleofás fue hospitalario y lo invitó a su casa. Las relaciones son muy importantes; nos ayudan a crecer, nos brindan apoyo y nos dan un mayor sentido y perspectiva de la vida. Estamos hechos para vivir en comunidad, y la hospitalidad proporciona el tiempo y el espacio para que las relaciones crezcan, si le damos prioridad. Finalmente, Cleofás nos enseña cómo responder a la verdad de quién es Dios. Una vez que reconoció a Jesús, él y su compañero se apresuraron a regresar a Jerusalén para compartir la buena noticia. De igual manera, nosotros damos testimonio de quién es Jesús y de lo que ha hecho en nuestras vidas. Al compartirlo, invitamos a otros a experimentar el poder transformador de Jesús en sus propias vidas.

COMPRENDE

REFLEXIONA

PONLO EN PRÁCTICA