¿Cuál es la perspectiva bíblica del sufrimiento? ¿Qué dice la Biblia sobre el sufrimiento?

¿QUÉ DICE LA BIBLIA?

El sufrimiento es una realidad en nuestro mundo. Es una realidad causada por el pecado, que trajo la muerte y todos sus efectos nocivos. El sufrimiento le rompe el corazón a Dios. Pero el sufrimiento no es algo que tengamos que soportar solos ni algo sin propósito. Cristo está con nosotros en nuestro sufrimiento (Juan 16:33). Dios ve los sufrimientos de Sus hijos y nos capacita para soportarlos. También redime y utiliza nuestro sufrimiento para Sus buenos propósitos (Romanos 8:28), y Dios también proporciona a otros cristianos para que caminen a nuestro lado cuando sufrimos (Romanos 12:15; 2 Corintios 1:3-7; Gálatas 6:2). Y lo más alentador es que nos da esperanza. Dios promete el fin de todo dolor y sufrimiento a quienes reciban la oferta de salvación de Su Hijo Jesucristo (Apocalipsis 21:4).

DEL ANTIGUO TESTAMENTO

• En última instancia, todo sufrimiento es resultado de la caída que tuvo lugar en los albores de la creación, cuando el primer hombre y la primera mujer decidieron desobedecer a su creador, Dios (Génesis 2:16-17; 3:6). El resultado de su desobediencia fue dolor, sufrimiento y muerte para toda la humanidad (Génesis 3:16-19).
• Cristo sufrió para que nosotros pudiéramos ser salvados (Isaías 53:5-6).

DEL NUEVO TESTAMENTO

• La tierra misma fue maldecida como resultado de la caída (Romanos 8:20-21). Así que a veces sufrimos simplemente porque vivimos en un mundo que está roto y donde las cosas no son como deberían ser.
• Todos nacemos en un mundo hostil y tenemos una hostilidad innata hacia Dios mismo (Romanos 8:7; Colosenses 1:21). Este estado de separación y alejamiento de Dios es quizá el sufrimiento más doloroso que podemos experimentar (Efesios 2:12).
• A veces sufrimos porque alguien peca contra nosotros. A veces sufrimos los resultados negativos de nuestro propio pecado (Santiago 1:12-15).
• A veces sufrimos por nuestra fe como resultado de la persecución (1 Pedro 3:13-17). Segunda de Timoteo 3:12 dice: “Y en verdad, todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús, serán perseguidos”. Jesús les dijo a Sus seguidores que enfrentarían tribulación en el mundo, pero que podían tener paz en Él porque Él ha vencido al mundo (Juan 16:33).
• Dios prometió estar con Su pueblo a través de sus sufrimientos terrenales (Romanos 8:18-30; 2 Corintios 1:3-7).
• Nuestro sufrimiento terrenal es temporal y no puede compararse con la transformación y el gozo que experimentaremos por toda la eternidad en el mundo venidero (Romanos 8:18; 2 Corintios 4:17-18; 1 Pedro 1:6; 5:10).
• Dios ve los sufrimientos de Sus hijos y nos capacita para soportarlos (2 Timoteo 4:17; 1 Pedro 5:6-11).
• Dios redime y utiliza nuestro sufrimiento para Sus buenos propósitos (Romanos 8:28).
• El sufrimiento puede ser el resultado de la disciplina de Dios, que Él aplica por amor (Hebreos 12:6-11). También puede ser el resultado de Su poda para hacernos más fructíferos (Juan 15:2).
• Dios utiliza las pruebas y tribulaciones para moldearnos a la imagen de Su Hijo perfecto, afinar nuestro enfoque, desarrollar nuestro carácter y fortalecer nuestra fe en Él y en Sus promesas (Santiago 1:2-4; 1 Pedro 1:6-7).
• Dios también utiliza el sufrimiento para alejarnos del orgullo y la autosuficiencia y hacernos confiar en Él y en Su gracia, que es la fuente de la verdadera fortaleza espiritual (2 Corintios 12:7-10).

IMPLICACIONES PARA HOY

Dios no nos dejó en un estado tan doloroso. En lugar de ello, superó las consecuencias del pecado mediante Su propio sufrimiento. Dios tomó carne humana en la Persona de Su Hijo, Jesucristo, y sufrió el castigo que nosotros merecíamos. Él, que no tenía pecado, sufrió la culpa, el dolor y la humillación de cargar con los pecados del mundo (2 Corintios 5:16-21). Aquellos que ponen su fe en Jesús ya no están bajo la maldición del pecado. Sin embargo, aún vivimos en un mundo manchado por el pecado y sufrimos sus efectos. A veces nuestro sufrimiento es el resultado de nuestra propia pecaminosidad. A veces es el resultado del pecado de otros contra nosotros. La mayoría de las veces, el sufrimiento es el resultado del pecado en un sentido más general. El mundo simplemente no es como debería ser, por lo que existen cosas como problemas de salud, conflictos en las relaciones y desastres naturales. Dios a menudo usa el sufrimiento como una herramienta en la vida del creyente para moldearnos, refinarnos y fortalecernos. Independientemente de la causa específica de nuestro sufrimiento, nuestro Señor y Salvador puede entender, empatizar y compadecerse de nuestro sufrimiento (Hebreos 4:15). En Cristo, tenemos acceso permanente al trono de Dios (Hebreos 4:15-16; 10:19-23). Podemos, como los salmistas, derramar nuestro corazón ante Dios (Salmo 62) y confiar en que Él es íntimamente consciente de nuestros sufrimientos y está con nosotros en ellos (Salmo 56).

COMPRENDE

• El sufrimiento es el resultado de la entrada del pecado en el mundo.
• Dios está con nosotros en medio de nuestro sufrimiento.
• Dios usa incluso el sufrimiento para nuestro bien.

REFLEXIONA

• ¿Cómo respondes normalmente al sufrimiento en tu vida? ¿Cómo puedes cultivar una confianza más profunda en la presencia de Dios durante esos momentos?
• ¿Dónde has visto a Dios redimir el sufrimiento para tu bien? ¿Cómo han moldeado tu fe esas experiencias?
• ¿Cómo puedes apoyar a otros que están sufriendo, basándote en lo que dice la Biblia sobre caminar unos junto a otros en tiempos de dolor?

PONLO EN PRÁCTICA

• ¿Cómo podemos diferenciar entre el sufrimiento que es resultado de nuestro propio pecado y el sufrimiento que proviene de vivir en un mundo roto?
• ¿Cómo podemos animar a otros a ver a Dios a través de sus luchas en lugar de ignorar o querer simplemente eliminar su sufrimiento?
• ¿Cómo podemos confiar en la gracia de Dios durante los momentos de sufrimiento, sabiendo que Su fuerza se perfecciona en nuestra debilidad?