¿Qué dice la Biblia sobre la honestidad?

En resumen:

Dios nos llama a ser honestos y a valorar la honestidad porque Él es verdadero.

¿QUÉ DICE LA BIBLIA?

Ser honesto es ser veraz o sincero. La honradez también está relacionada con la rectitud moral o la justicia. Se habla de un “día de trabajo honesto” en el que una persona trabaja duro y su paga es bien merecida. También se habla de un “error honesto”, es decir, una persona que no pretendía hacer daño, pero cometió un error. Todas estas definiciones de honestidad hablan de un carácter recto, moral, libre de engaño y enfocado en la veracidad. La Biblia tiene mucho que decir sobre la verdad. En concreto, nos dice que Jesús es “el camino, la verdad y la vida” (Juan 14:6).

DEL ANTIGUO TESTAMENTO

DEL NUEVO TESTAMENTO

IMPLICACIONES PARA HOY

Una vida honesta requiere no solo ser honesto con los demás, sino también con nosotros mismos. Nuestra propia naturaleza pecaminosa y el sistema mundial están llenos de engaños. Si no tenemos cuidado, el pecado puede empezar a parecernos bueno y podemos olvidar fácilmente que la única fuente del bien genuino es Dios (Santiago 1:14-17). Una manera de mantenernos honestos es continuar leyendo y estudiando la Palabra de Dios. La Biblia es una de las principales formas en que Dios se nos revela. Cuanto más lo conozcamos a Él y a Su verdad, más honestos seremos. Los hombres y mujeres comprometidos con el seguimiento de Jesucristo pueden animarse unos a otros a mantener la fe y a seguir viviendo como Jesús nos ha llamado a hacerlo (Hebreos 3:13; 10:19-25). Puede que el sistema mundial no aplauda la honestidad, pero nuestros hermanos y hermanas en Cristo pueden recordarnos que el camino de Cristo es el camino de la verdadera vida. La comunidad también ayuda a rendir cuentas. Como a menudo somos incapaces de ver la verdadera situación de nuestros propios corazones (Jeremías 17:9), cada uno de nosotros necesita personas en su vida que estén dispuestas a ser honestas sobre todas las cosas, incluso aquellas que son difíciles de escuchar. También necesitamos estar dispuestos a ser honestos con los demás, incluso cuando la verdad parezca incómoda. Es importante recordar que las palabras sinceras deben decirse siempre con amabilidad, respeto y amor (1 Pedro 3:15; Efesios 4:15).

COMPRENDE

REFLEXIONA

PONLO EN PRÁCTICA