¿Dice algo la Biblia sobre la guerra?

En resumen:

La guerra es el resultado de la caída y forma parte de la vida en esta tierra. A veces, Dios ha utilizado la guerra para imponer Su justicia, pero incluso entonces, ofreció la paz antes que la guerra. Dios nos llama a ser pacificadores, y nos corresponde a nosotros discernir cuándo la guerra es necesaria.

¿QUÉ DICE LA BIBLIA?

La Biblia habla de la guerra. En el Antiguo Testamento, Dios utilizaba a veces la guerra como un instrumento de justicia contra las naciones malvadas (Deuteronomio 20:17-18; 1 Samuel 15:1-3). Su misericordia también se manifiesta al darles tiempo a las naciones malvadas para que se arrepientan (Génesis 15:16). Además, la ley mosaica estipula que los israelitas ofrezcan la paz a las naciones enemigas (Deuteronomio 20:10). Aunque en el Nuevo Testamento la guerra se describe en términos de guerra espiritual y no física (2 Corintios 10:3-5; Efesios 6:12), también se asume que habrá guerras en este mundo (Mateo 24:6-7). A pesar de ello, Dios llama a los creyentes a ser pacificadores y a vivir en paz con todos, en lo que de nosotros dependa (Romanos 12:18). En última instancia, hay tres enfoques sobre la guerra: activismo, pacifismo o selectivismo. Parece que el selectivismo es el punto de vista que mejor se ajusta a los principios bíblicos, al defender a los inocentes y mantener la justicia.

DEL ANTIGUO TESTAMENTO

DEL NUEVO TESTAMENTO

IMPLICACIONES PARA HOY

Normalmente, cuando una persona pregunta qué dice la Biblia sobre la guerra, quiere saber si es correcto participar en ella. Hay básicamente tres puntos de vista construidos para responder a la pregunta: 1. Activismo: los cristianos deben participar en todas las guerras en las que participe su gobierno. 2. Pacifismo: los cristianos no deben participar en la guerra porque implica quitarle la vida a personas. 3. Selectivismo: los cristianos deben participar en guerras que sean “justas”. El activismo dice que el gobierno ha sido ordenado por Dios y que desobedecer al propio gobierno (y su orden de ir a la guerra) es desobedecer a Dios. El conjunto de versículos que se suele citar para apoyar este punto de vista es: “Sométase toda persona a las autoridades que gobiernan, porque no hay autoridad sino de Dios, y las que existen, por Dios son constituidas. Por consiguiente, el que resiste a la autoridad, a lo ordenado por Dios se ha opuesto; y los que se han opuesto, sobre sí recibirán condenación” (Romanos 13:1-2). Las Escrituras parecen rechazar el concepto de activismo total. Hay numerosos casos bíblicos de creyentes que desobedecen al gobierno cuando sus mandatos son contrarios a las leyes morales de Dios (por ejemplo, Daniel, Pedro y Juan). La historia también parece demostrar el rechazo al activismo. Por ejemplo, los juicios de Núremberg demostraron que obedecer ciegamente al gobierno no es excusa para acabar con la vida de inocentes. El pacifismo suele esgrimir tres argumentos. En primer lugar, citan erróneamente el sexto mandamiento como “no matarás”, cuando el versículo en realidad dice “no asesinarás”, que es diferente (Éxodo 20:13). El pacifista también suele citar una de las afirmaciones de Jesús en el Sermón del Monte: “Pero yo les digo: No resistan al que es malo. Si alguien te da una bofetada en la mejilla derecha, preséntale también la otra” (Mateo 5:39). Al hacer esto, el pacifista no se da cuenta de que: (1) una bofetada en la cara en el siglo I era un insulto y no una amenaza de daño corporal, muerte o confiscación de la libertad o los bienes personales, y (2) es un mandamiento dirigido a individuos y no a naciones. Por último, el pacifista dice que la guerra siempre se basa en la codicia, de una forma u otra. Pero la historia demuestra que esto es falso. Por ejemplo, Estados Unidos no entró en la Segunda Guerra Mundial por codicia, sino porque el país fue atacado y porque sus aliados estaban siendo amenazados con la pérdida de vidas, libertad y propiedades por varios dictadores. El selectivismo dice que los cristianos deben participar en lo que se llama una “guerra justa”. No hay un solo versículo en las Escrituras que defina una “guerra justa”; sin embargo, un intento de definición sería una guerra que: - Se libra en defensa de los inocentes. - Se libra para hacer justicia. - La libra un gobierno justo. - Se libra de manera justa (por ejemplo, sin atarles bombas a los niños). Hay varios ejemplos bíblicos que parecen apoyar el concepto de guerra justa. Por ejemplo, la batalla de Abraham contra los reyes en Génesis 14 (y su bendición por parte de Melquisedec) apoya la conclusión de que los agresores nacionales injustos deben ser resistidos y combatidos.

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