¿Dice algo la Biblia sobre los hábitos?

En resumen:

La Biblia reconoce que todos tenemos hábitos, tanto buenos como malos. Nos anima a sustituir las costumbres pecaminosas por prácticas piadosas, a través del poder transformador del Espíritu Santo.

¿QUÉ DICE LA BIBLIA?

Todo el mundo tiene hábitos, desde los más cotidianos, como lavarse los dientes a una hora determinada, hasta los buenos, como leer la Biblia a diario, o los malos, como refunfuñar y quejarse. Algunos de nuestros hábitos son neutrales, pero otros son pecaminosos, como la queja constante, la mentira o el adulterio. Dios nos llama a abandonar las prácticas pecaminosas y a adoptar las que le honran. Por ejemplo, no debemos emborracharnos, sino estar llenos del Espíritu Santo (Efesios 5:15-18). No debemos ser inmorales sexualmente, sino recordar que nuestro cuerpo pertenece a Dios (1 Corintios 6:18-20). Comprender que nuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo que mora en nosotros es una idea poderosa que influye en todos nuestros hábitos. Debemos desarrollar costumbres que nos ayuden a glorificar a Dios en todo lo que hacemos.

DEL ANTIGUO TESTAMENTO

DEL NUEVO TESTAMENTO

IMPLICACIONES PARA HOY

Los hábitos juegan un papel fundamental en moldear nuestra vida y pueden acercarnos a Dios o desviarnos de Su camino. Incluso las pequeñas costumbres diarias se acumulan y forman patrones que, o bien nos acercan a Él y nos ayudan a amar a los demás, o bien nos alejan. En el acelerado mundo actual, debemos cultivar intencionalmente hábitos que lo honren. Al dar prioridad a estas prácticas, creamos una base que fortalece nuestra fe y alinea nuestro corazón con la voluntad de Dios. Reconocer la necesidad de reemplazar los hábitos negativos por otros piadosos nos llama a reflexionar sobre nuestras elecciones diarias y a buscar la guía del Espíritu Santo para que Él nos transforme. En última instancia, nuestros hábitos pueden servir como poderosos testimonios de la obra de Dios en nuestra vida, animando a otros a buscarlo también.

COMPRENDE

REFLEXIONA

PONLO EN PRÁCTICA