¿Qué enseña la Biblia sobre la autoridad?

En resumen:

¿QUÉ DICE LA BIBLIA?

La Biblia enseña que toda a utoridad procede en última instancia de Dios, quien reina supremo sobre toda la creación (Salmo 103:19; Daniel 2:20-21). Los gobernantes terrenales son designados por Él para mantener el orden y la justicia, y los creyentes están llamados a someterse a su autoridad como un reflejo de su sumisión a Dios (Romanos 13:1-3; 1 Pedro 2:13-15). Dentro de la Iglesia, Cristo establece roles de autoridad para guiar y equipar a los creyentes en su crecimiento espiritual (Efesios 4:11-12). Aunque se reconoce la existencia de gobernantes injustos, la Biblia subraya la importancia de respetar a las figuras de autoridad y soportar las dificultades con gracia (1 Pedro 2:18-21). En última instancia, el diseño de Dios para la autoridad sirve para promover la justicia, el orden y el desarrollo espiritual en nuestras vidas.

DEL ANTIGUO TESTAMENTO

Daniel 2: 20-21 dice: "Sea el nombre de Dios bendito por los siglos de los siglos, porque la sabiduría y el poder son de Él. Él es quien cambia los tiempos y las edades; quita reyes y pone reyes. Da sabiduría a los sabios,y conocimiento a los entendidos". Está claro que existe una estructura de autoridad en el mundo, con Dios como líder supremo.
El Salmo 103:19 nos dice que la autoridad de Dios es suprema y universal; Él reina sobre toda la creación.
Éxodo 18:21-22 nos da un ejemplo de cómo se delega la autoridad. Jetro le dijo a Moisés que diera autoridad a personas dignas de confianza, que temieran a Dios y que fueran capaces de dirigir al pueblo.
La verdadera autoridad en el gobierno es concedida por Dios, y se espera que los gobernantes gobiernen con justicia según Su sabiduría (Proverbios 8:15-16).

DEL NUEVO TESTAMENTO

El mundo fue creado con una estructura de autoridad. La misma Divinidad tiene una estructura jerárquica, con el Hijo bajo la autoridad del Padre: "En verdad les digo que el Hijo no puede hacer nada por su cuenta, sino lo que ve hacer al Padre; porque todo lo que hace el Padre, eso también hace el Hijo de igual manera" (Juan 5:19).
La autoridad que tiene Jesús le fue dada por el Padre (Mateo 28:18), y el mundo entero está bajo la autoridad de Dios.
Dios es quien da poder a las autoridades terrenales. Puesto que Dios es quien en última instancia las ha puesto en esa posición, debemos estar sujetos a ellas (1 Pedro 2:13-15).
Romanos 13 nos dice cuál debe ser la actitud de un cristiano ante la autoridad gubernamental: "Sométase toda persona a las autoridades que gobiernan. Porque no hay autoridad sino de Dios, y las que existen, por Dios son constituidas. Por tanto, el que resiste a la autoridad, a lo ordenado por Dios se ha opuesto; y los que se han opuesto, recibirán condenación sobre sí mismos. Porque los gobernantes no son motivo de temor para los de buena conducta, sino para el que hace el mal. ¿Deseas, pues, no temer a la autoridad? Haz lo bueno y tendrás elogios de ella" (Romanos 13:1-3). Dios designó gobernantes humanos para crear orden y justicia en el mundo. Si no cumplen su función, Él les pedirá cuentas.
Cristo ha establecido roles dentro de la Iglesia para equipar y guiar a los creyentes en su crecimiento espiritual (Efesios 4:11-12). La autoridad en la iglesia se confía a líderes que deben servir con humildad, integridad y un carácter piadoso. Los ancianos y diáconos deben ser irreprensibles, tener dominio propio y ser capaces de enseñar (1 Timoteo 3; Tito 1). Tienen la tarea de pastorear el rebaño, guiando con el ejemplo y la sana doctrina (1 Pedro 5). Los creyentes están llamados a respetar y someterse a estos líderes, ya que ellos darán cuenta a Dios de su cuidado (Hebreos 13:17; 1 Timoteo 5:17-22). La autoridad eclesiástica no es para beneficio personal, sino para el bien y el crecimiento de la congregación.
La autoridad dentro de la familia se describe con roles tanto para los padres como para los cónyuges. Efesios 5:22-33 enseña que el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la Iglesia, llamando a los maridos a amar a sus esposas con sacrificio, mientras que las esposas están llamadas a someterse a sus maridos con respeto y compañerismo.
La autoridad también se otorga a los padres. Colosenses 3:20-21 y Efesios 6:1-4 enfatizan que los hijos deben obedecer a sus padres en el Señor, mientras que los padres deben criarlos con disciplina e instrucción, sin provocarlos a ira. La autoridad debe ejercerse con cuidado y para el bienestar de la familia.

IMPLICACIONES PARA HOY

La Biblia reconoce una evidente discrepancia: muy pocos gobernantes humanos son justos. Pedro aborda esta cuestión: "Siervos, estén sujetos a sus amos con todo respeto, no solo a los que son buenos y afables, sino también a los que son insoportables. Porque esto halla gracia, si por causa de la conciencia ante Dios, alguien sobrelleva penalidades sufriendo injustamente. Pues ¿qué mérito hay, si cuando ustedes pecan y son tratados con severidad lo soportan con paciencia? Pero si cuando hacen lo bueno sufren por ello y lo soportan con paciencia, esto halla gracia con Dios. Porque para este propósito han sido llamados, pues también Cristo sufrió por ustedes, dejándoles ejemplo para que sigan Sus pasos" (1 Pedro 2:18-21). La Biblia también enseña que debemos respetar a quienes trabajan en el ministerio: "Pero les rogamos hermanos, que reconozcan a los que con diligencia trabajan entre ustedes, y los dirigen en el Señor y los instruyen, y que los tengan en muy alta estima con amor, por causa de su trabajo. Vivan en paz los unos con los otros" (1 Tesalonicenses 5:12-13). Aunque puede que no sea lo que queramos oír, Dios ha puesto autoridad de diversos tipos en nuestras vidas por una razón. Él trabaja a través de estas estructuras para traer justicia y orden al mundo, y espera que caminemos en obediencia y respeto hacia quienes están en autoridad sobre nosotros.

COMPRENDE

Toda autoridad proviene de Dios, quien reina sobre toda la creación.
Los gobernantes terrenales son designados por Dios para mantener el orden, y debemos someternos a ellos como nos sometemos a Dios.
Cristo establece roles de autoridad en la iglesia para guiar a los creyentes y promover el crecimiento espiritual.

REFLEXIONA

¿Cómo respondes personalmente a las figuras de autoridad en tu vida? ¿Qué dificultades encuentras para someterte a ellas?
¿En qué áreas de tu vida se te ha confiado una posición de autoridad? ¿Cómo procuras en la práctica honrar al Señor y cuidar de los que están en tu ámbito de influencia en esa función?
¿Cómo influye en tu perspectiva sobre tus responsabilidades en tus distintas funciones (trabajo, familia, iglesia) el hecho de comprender que toda autoridad procede de Dios?

PONLO EN PRÁCTICA

¿Qué principios bíblicos pueden guiarnos cuando nos encontramos con figuras de autoridad injustas o corruptas?
¿De qué manera la estructura de la autoridad en la Divinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) informa nuestra comprensión del liderazgo y la sumisión en nuestras relaciones?
¿Cuáles son las formas prácticas en que podemos apoyar y alentar a los que tienen autoridad en nuestra comunidad eclesial para que cumplan las funciones que Dios les ha dado?