¿Quiénes eran Bezalel y Oholiab en la Biblia?

En resumen:

¿QUÉ DICE LA BIBLIA?

Bezalel y Oholiab eran israelitas que desempeñaron un papel decisivo en la construcción del tabernáculo, o tienda de reunión. Después de que Dios rescatara a los israelitas de la esclavitud en Egipto, les ordenó a Moisés que construyeran una tienda donde residiría Su presencia mientras los israelitas viajaban sin patria: “Que me hagan un santuario, para que Yo habite entre ellos” (Éxodo 25:8). Dios llamó específicamente por su nombre a Bezalel y Oholiab para que se encargaran de este monumental proyecto (Éxodo 31:2, 6). Bezalel estaba lleno del Espíritu de Dios y poseía habilidades extraordinarias para elaborar intrincados diseños y trabajar con diversos materiales. Oholiab era experto en grabado, diseño y bordado. Tanto Bezalel como Oholiab recibieron inspiración divina para compartir sus conocimientos y habilidades, guiando a otros en el trabajo necesario para la creación del tabernáculo. Los israelitas contribuyeron generosamente con materiales, recursos, tiempo y esfuerzo, y el tabernáculo se completó, cumpliendo las órdenes que el Señor dio a través de Moisés.

DEL ANTIGUO TESTAMENTO

DEL NUEVO TESTAMENTO

IMPLICACIONES PARA HOY

Hay muchas cosas que aprender del relato de Bezalel y Oholiab. La primera es que Dios mueve los corazones de las personas para que participen en Su obra. Nadie debe ser obligado a dar o servir. Cuando Pablo instruía a los corintios, escribió: “Que cada uno dé como propuso en su corazón, no de mala gana ni por obligacióna, porque Dios ama al que da con alegría” (2 Corintios 9:7). Los israelitas dieron generosamente en abundancia para el tabernáculo, y Dios movió sus corazones para que hicieran el trabajo también, así que nada de ello fue forzado o bajo coacción. En segundo lugar, todas las habilidades pueden ser usadas para la gloria de Dios. El tabernáculo necesitaba artesanos como ebanistas, tejedores y metalúrgicos, así como artesanos como bordadores y joyeros. Hay un propósito para las habilidades que Dios da a la gente. No hay diferencia entre lo secular y lo sagrado; reflejamos a Dios y podemos darle gloria en todo lo que hacemos: “Entonces, ya sea que coman, que beban, o que hagan cualquier otra cosa, háganlo todo para la gloria de Dios” (1 Corintios 10:31). En tercer lugar, vemos cuánto valora Dios la belleza y el orden. Detalló minuciosamente a Moisés cada parte del tabernáculo para que la tienda de reunión fuera un lugar apropiado para albergar Su presencia. No era un diseño simple o utilitario, sino uno lleno de belleza y esplendor. En cuarto lugar, Bezalel y Oholiab fueron inspirados para enseñar a otros. Debían equipar al pueblo y luego delegar diferentes tareas a quienes fueran capaces de realizarlas. El liderazgo incluye capacitar y animar a otros para que se unan en una tarea en lugar de intentar hacer todas las labores uno mismo. ¡Qué ejemplo pueden ser hoy para nosotros los israelitas, incluidos Bezalel y Oholiab!

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REFLEXIONA

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