¿Quién era Balaam en la Biblia?

En resumen:

¿QUÉ DICE LA BIBLIA?

Balaam era un famoso adivino contratado por el rey moabita Balac para maldecir a los israelitas. Sin embargo, Dios ordenó a Balaam que no maldijera a los israelitas, e incluso cuando Balaam lo intentó, Dios solo le permitió bendecirlos. Durante su viaje a Moab, el asna de Balaam vio a un ángel bloqueando su camino y habló con Balaam, lo que hizo que este se diera cuenta y obedeciera el mandato de Dios. A pesar de la insistencia de Balac, Balaam profetizó bendiciones para Israel y predijo la futura derrota de los enemigos de Israel. Aunque Balaam no maldijo a Israel, aconsejó a los moabitas que sedujeran a los israelitas, haciéndolos pecar y provocando una plaga mortal, por la que Balaam fue finalmente muerto en batalla.

DEL ANTIGUO TESTAMENTO

Balaam era un adivino. Se le conocía por ser muy eficaz y se le describía diciendo: “a quien tú bendices es bendecido, y a quien tú maldices es maldecido” (Números 22:6).
Cuando Dios sacó a los israelitas de Egipto y derrotó a los amorreos, la nación vecina de Moab “Moab tuvo miedo ante los israelitas” (Números 22:3). Su rey Balac contrató a Balaam para que maldijera a los israelitas y diera la victoria al ejército moabita.
Balaam preguntó a Dios si debía o no maldecir a los israelitas (Números 22:8). Dios prohibió a Balaam que maldijera a los israelitas, explicándole: “No maldecirás al pueblo, porque es bendito” (Números 22:12). Sin embargo, el rey moabita insistió, así que cuando Balaam le preguntó a Dios por segunda vez, Dios le respondió: “Si los hombres han venido a llamarte, levántate y ve con ellos; pero solo dirás la palabra que Yo te hable” (Números 22:20).
De camino a Moab, el asna de Balaam se desvió del camino hacia un campo porque vio que el ángel de Yahveh les impedía el paso. Balaam golpeó a su asna para que volviera al camino. Cuando el ángel bloqueó el camino, que era estrecho y tenía un muro de viñedos a cada lado, el asna empujó contra el muro y aplastó el pie de Balaam, por lo que este volvió a golpearla. Finalmente, el ángel bloqueó el camino donde era tan estrecho, que el asna simplemente se echó en el camino, lo que enfureció aún más a Balaam. Mientras Balaam golpeaba a su animal, “Entonces el Señor abrió la boca del asna, la cual dijo a Balaam: «¿Qué te he hecho yo que me has golpeado estas tres veces?” (Números 22:28).
Balaam no pareció perturbado por el hecho de que su animal hablara ahora en lenguaje humano. En cambio, respondió airadamente que ella lo había puesto en ridículo y deseó poder matarla. “Entonces el Señor abrió los ojos de Balaam, y él vio al ángel del Señor de pie en el camino, con la espada desenvainada en su mano, e inclinándose, se postró rostro en tierra” (Números 22:31). El ángel le explicó que el asna lo había visto y que si no se hubiera apartado, el ángel “te hubiera matado ahora mismo, y a ella la hubiera dejado vivir” (Números 22:33). Balaam reconoció inmediatamente su pecado y se ofreció a dar marcha atrás (Números 22:34). Sin embargo, el ángel le dijo: “Ve con los hombres, pero hablarás solo la palabra que yo te diga” (Números 22:35).
Cuando Balaam llegó a Moab, “Balaam dijo a Balac: ‘Mira, ahora he venido a ti. ¿Hay algo, acaso, que pueda decir? La palabra que Dios ponga en mi boca, esa diré’” (Números 22:38). Dos veces Balaam usó la adivinación para tratar de maldecir a los israelitas, pero Dios puso bendición en su boca para que hablara sobre el pueblo de Dios. Él dijo: “¿Cómo maldeciré a quien Dios no ha maldecido?
¿Cómo condenaré a quien el Señor no ha condenado?” (Números 23:8). En su segunda bendición pronunció: “Dios no es hombre, para que mienta,Ni hijo de hombre, para que se arrepienta. ¿Lo ha dicho Él, y no lo hará? ¿Ha hablado, y no lo cumplirá? Mira, he recibido orden de bendecir; Si Él ha bendecido, yo no lo puedo anular” (Números 23:19-20). Finalmente, “Cuando Balaam vio que agradaba al Señor bendecir a Israel, no fue como otras veces a buscar presagios” (Números 24:1). En otras palabras, dejó de practicar la adivinación y, cuando lo hizo, “y vino sobre él el Espíritu de Dios. ” (Números 24:2). Con esta unción, Balaam pronunció una bendición sobre Israel.
El rey moabita se enfureció porque Balaam no maldijo a Israel, diciendo: “Te llamé para maldecir a mis enemigos, pero los has llenado de bendiciones estas tres veces” (Números 24:10). Como Balaam no podía maldecir a los israelitas, se ofreció a profetizar el futuro de las naciones que rodeaban a Israel. “Ven, y te advertiré lo que este pueblo hará a tu pueblo en los días venideros” (Números 24:14). A continuación enumeró cómo derrotarían los israelitas a los reinos circundantes. Este oráculo incluía una profecía mesiánica: “Lo veo, pero no ahora; lo contemplo, pero no cerca; una estrella saldrá de Jacob, y un cetro se levantará de Israel que aplastará la frente de Moab y derrumbará a todos los hijos de Set” (Números 24:17). Números 24:25 registra: “Entonces Balaam se levantó y volvió a su lugar”.
Aunque Balaam no maldijo a los israelitas, aconsejó a los moabitas otra forma de intentar derrotar a Israel. Balaam sugirió que las mujeres moabitas sedujeran a los hombres israelitas y los convencieran de que dejaran de adorar al único y verdadero Dios. Por este acto de rebelión, Dios envió una plaga que mató a 24.000 israelitas (Números 25:1-9). Moisés declaró acerca de las mujeres moabitas: “Estas fueron la causa de que los israelitas, por el consejo de Balaam, fueran infieles al Señor en el asunto de Peor, por lo que hubo plaga entre la congregación del Señor” (Números 31:16).
La nación de Israel hizo la guerra contra los moabitas y venció. Como parte de esa victoria, “también mataron a espada a Balaam hijo de Beor” (Números 31:8). Balaam y los moabitas dejaron de ser una amenaza para el éxito de Israel en la Tierra Prometida.

DEL NUEVO TESTAMENTO

Pedro compara a los falsos maestros con Balaam. 2 Pedro 2:15 explica que Balaam estaba motivado por la avaricia porque “quien amó el pago de la iniquidad”.
Judas también asocia negativamente a Balaam con la venta del alma de uno por ganancias financieras (Judas 1:11).
Jesús se refiere a Balaam cuando advierte a la iglesia de Pérgamo de su pecado. Apocalipsis 2:14 dice: “Pero tengo unas pocas cosas contra ti , porque tienes ahí a los que mantienen la doctrina de Balaam , que enseñaba a Balac a poner tropiezo ante los israelitas, a comer cosas sacrificadas a los ídolos y a cometer actos de inmoralidad”.
Implicaciones para Hoy
Balaam será recordado para siempre como un profeta malvado cuya “muda bestia de carga, hablando con voz humana, reprimió la locura del profeta. ” (2 Pedro 2:16). Aunque Balaam escuchó a Dios, el asna de Balaam siguió y obedeció a Dios más que Balaam. Balaam entendía la soberanía de Dios (Números 22:18), buscaba el consejo de Dios y hablaba los mensajes de Dios, pero su corazón no estaba totalmente dedicado a los propósitos de Dios. Él “amaba el provecho de la maldad” (2 Pedro 2:15) y, por lo tanto, estaba dispuesto a dedicarse a la hechicería y la adivinación por dinero (Números 22:7). Estaba dispuesto a ceder y hacer lo que estaba mal para su propio beneficio. También estaba dispuesto a ceder cuando se trataba de obedecer a Dios. Cuando se enteró del plan de Dios para el éxito de Israel, Balaam encontró un punto medio. Pensó en una manera de oponerse al plan de Dios a pesar de que se le había dicho que no maldijera a los israelitas. Balaam técnicamente obedeció a Dios al no maldecir a Israel, pero también trató de complacer a los moabitas causando daño a Israel en lugar de servir a Dios de todo corazón. La historia de Balaam nos advierte sobre el peligro de ceder. No podemos servir a dos señores (Mateo 6:24). Servir a nuestras propias ganancias egoístas y servir a Dios no pueden coexistir; nuestra devoción a uno u otro siempre ganará. Una de esas devociones termina en destrucción. Ceder es una pendiente resbaladiza que comienza tolerando el mal, conduce a practicarlo y, finalmente, lleva a afrontar la destrucción que conlleva (Santiago 1:13-15).

IMPLICACIONES PARA HOY

COMPRENDE

Balaam era un profeta que escuchaba a Dios pero que también practicaba la adivinación.
El asna de Balaam vio a un ángel y protegió a Balaam. Ella le habló a Balaam revelándole que el ángel lo habría matado si el asna no se hubiera movido como lo hizo.
Balaam fue contratado para maldecir a los israelitas. Dios le prohibió hacerlo y convirtió sus maldiciones en bendiciones. Sin embargo, Balaam encontró una manera diferente de traer la destrucción a los israelitas: seduciéndolos con las mujeres moabitas.

REFLEXIONA

¿Cómo respondo cuando me enfrento a un conflicto entre seguir la guía de Dios y buscar el beneficio personal?
¿De qué manera podría estar cediendo en mis valores o mi fe en aras de la conveniencia o el interés propio?
¿Cómo puedo asegurarme de que mis acciones y decisiones se ajustan más a la voluntad de Dios que a mis propios deseos?

PONLO EN PRÁCTICA

¿Qué lecciones podemos aprender de la historia de Balaam sobre los peligros de comprometer nuestra fe y nuestros valores en beneficio propio?
¿De qué manera el encuentro de Balaam con su asna y el ángel ilustra la importancia de estar abiertos a la guía de Dios, incluso cuando llega de manera inesperada?
¿De qué manera podemos apoyarnos mutuamente para mantenernos fieles a nuestra fe y evitar las trampas de la concesión y el interés personal?