¿Qué dice la Biblia?
Contrariamente a su título, la Llave de Salomón no tiene nada que ver con Salomón, el hijo de David que aparece en la Biblia. Se trata de un libro de magia negra, conocido como grimorio, escrito en latín en el siglo XIV o XV. La Biblia condena firmemente la brujería, la adivinación y los intentos de controlar el mundo espiritual al margen de Dios. Estas prácticas se describen como abominaciones y actos de rebelión contrarios a la fe en Dios (Deuteronomio 18:10-12; 1 Samuel 15:23). Las Escrituras enseñan que el poder y el discernimiento espirituales solo se obtienen mediante una relación con Dios y la confianza en el Espíritu Santo, no a través de rituales ocultos o hechizos mágicos. La Llave de Salomón refleja la tendencia humana a buscar el control sobre las realidades espirituales, en lugar de someterse a la autoridad de Dios. La verdadera sabiduría y comprensión espiritual se encuentran en Su Palabra, no en textos o rituales místicos (Proverbios 3:5-6; Colosenses 2:8).