¿Qué dice la Biblia?
En el Antiguo Testamento, Leví, el tercer hijo de Lea y Jacob, se convirtió en el jefe de la tribu de los levitas (Génesis 29:34). Conocido por su ira, Leví, junto con su hermano Simeón, se vengó violentamente de Siquem por la violación de su hermana Dina (Génesis 34). A pesar de su temperamento, Dios transformó su legado de ira en un celo por Él. Los descendientes de Leví fueron apartados como sacerdotes y esparcidos entre las tribus de Israel, cumpliendo la profecía de Jacob (Génesis 49:7; Deuteronomio 10:8-9). Cuando los israelitas adoraron al becerro de oro, los levitas, bajo el liderazgo de Moisés, defendieron celosamente el honor de Dios (Éxodo 32:26-29). La vida de Leví ilustra cómo Dios puede transformarnos para Sus propósitos, enseñándonos a canalizar nuestras pasiones para seguirlo de todo corazón.