¿Quién era Leví en la Biblia?

featured article image

En resumen:

Leví fue uno de los hijos de Jacob y el patriarca de la tribu de los levitas. Leví era conocido por su ira, pero su vida muestra que Dios transforma a quienes se rinden a Él para Sus buenos propósitos.

Del Antiguo Testamento

  • Leví fue el tercer hijo de Lea, la esposa no amada de Jacob. Con su nacimiento, ella esperaba que su marido finalmente se sintiera más unido a ella. Por eso llamó a su hijo Leví, que suena similar a la palabra hebrea para “unido” (Génesis 29:34). Sin embargo, Jacob continuó prefiriendo a su otra esposa, Raquel. Quizás esta decepción influyó en el rasgo de carácter por el que más se recuerda a Leví: la ira.
  • Leví y su hermano Simeón eran conocidos por su temperamento feroz. Cuando su hermana, Dina, fue violada por Siquem, ambos se tomaron la justicia por su mano. Engañaron a los hombres de la ciudad para que se circuncidaran, y tres días después, cuando los hombres estaban adoloridos, Leví y Simeón “tomaron cada uno su espada y entraron en la ciudad, que estaba desprevenida, y mataron a todo varón” (Génesis 34:25). Jacob se preocupó: “Me han traído dificultades, haciéndome odioso entre los habitantes del país... ellos se juntarán contra mí y me atacarán, y seré destruido yo y mi casa” (Génesis 34:30). Sin embargo, cuando Dios les dijo que se trasladaran a Betel, “hubo un terror de Dios sobre las ciudades alrededor de ellos, y no persiguieron a los hijos de Jacob” (Génesis 35:5).
  • Más tarde, los hijos de Jacob, incluido Leví, “conspiraron contra él para matarlo”, refiriéndose a su hermano menor José (Génesis 37:18). En lugar de matarlo, lo vendieron como esclavo a unos mercaderes que iban a Egipto (Génesis 37:28). Por la gracia de Dios, José alcanzó el poder en Egipto. Años después, durante una hambruna, Leví y sus hermanos viajaron a Egipto en busca de alimento, se reencontraron con José y se reconciliaron. Toda la familia de Jacob, incluido Leví, se reasentó en Egipto (Génesis 39-50).
  • Los hijos de Jacob se convirtieron en los jefes de las doce tribus de Israel. Leví tuvo tres hijos: Gersón, Coat y Merari (Génesis 46:11).
  • En su lecho de muerte, Jacob pronunció profecías sobre sus hijos. Sobre Simeón y Leví dijo: “Maldita su ira porque es feroz; Y su furor porque es cruel. Los dividiré en Jacob, Y los dispersaré en Israel” (Génesis 49:7). Esta profecía se cumplió, pero no como una maldición. Deuteronomio 10:8-9 dice que “el SEÑOR apartó la tribu de Leví... Por tanto, Leví no tiene porción ni herencia con sus hermanos; el SEÑOR es su herencia”. En lugar de su propia tierra, a los levitas se les dieron ciudades dentro de los territorios de las otras tribus, donde actuarían como sacerdotes y jueces.
  • Cuando Moisés encontró a los israelitas adorando al becerro de oro, preguntó: “El que esté por el SEÑOR, que venga a mí». Y se juntaron a él todos los hijos de Leví” (Éxodo 32:26). Dios ordenó a estos hombres que ejecutaran a quienes se habían apartado de Él, y ese día murieron tres mil israelitas. Moisés les dijo: “Conságrense hoy al SEÑOR, pues cada uno ha estado en contra de su hijo y en contra de su hermano, para que hoy Él les dé una bendición” (Éxodo 32:29). Este rasgo familiar de ira violenta fue canalizado como celo por el Señor.
  • El nombre de Leví se menciona simbólicamente en Malaquías 2:4-6, aludiendo a uno de sus descendientes, Finees: “Entonces sabrán que les he enviado este mandamiento para que Mi pacto siga con Leví», dice el SEÑOR de los ejércitos. «Mi pacto con él era de vida y paz, las cuales yo le di, y eran para inspirar temor. Él me reverenció, y estaba lleno de temor ante Mi nombre. La verdadera instrucción estaba en su boca, y no se hallaba iniquidad en sus labios. En paz y rectitud caminaba conmigo, y apartaba a muchos de la iniquidad”.

Del Nuevo Testamento

  • Leví, el recaudador de impuestos que se convirtió en uno de los doce discípulos de Jesús, es más conocido como Mateo (Mateo 9:9; Lucas 5:27).

Implicaciones para hoy

El viaje de Leví, de la ira a un servicio dedicado, ofrece una poderosa lección. A pesar de sus acciones iniciales, los descendientes de Leví fueron apartados para tareas sagradas, demostrando que incluso los rasgos negativos pueden ser transformados para un propósito divino. Esto nos enseña que el celo por Dios implica canalizar nuestra pasión en acciones justas y servir a Dios con devoción. Al igual que Leví y sus descendientes, podemos permitir que Dios tome nuestras cualidades innatas, incluso las que parecen negativas, y las use para cumplir Sus propósitos, haciendo de nuestra vida un testimonio de Su poder transformador.

Comprende

  • Leví fue el tercer hijo de Lea y Jacob. Su nombre refleja la esperanza de su madre de que Jacob se sintiera más unido a ella.
  • Leví era conocido por su ira. Él y Simeón mataron a los hombres de Siquem en venganza por su hermana Dina.
  • Los descendientes de Leví, los levitas, fueron apartados como sacerdotes. Su legado de ira se transformó en celo por Dios.

Reflexiona

  • ¿Cómo manejas los sentimientos de ira y decepción en tu propia vida? ¿Hay formas de canalizar estas emociones en acciones positivas, como hicieron los descendientes de Leví?
  • ¿En qué áreas de tu vida sientes que Dios te llama a mostrar más celo y dedicación? ¿Cómo puedes responder a esa llamada?
  • ¿Qué rasgos personales o acciones pasadas crees que Dios puede redimir y utilizar para Sus propósitos en tu vida?

Ponlo en práctica

  • La ira de Leví se transformó en celo por Dios. ¿Cómo puedes identificar y permitir que Dios transforme tus rasgos negativos, como la ira o la impaciencia, en fortalezas que sirvan a los propósitos de Dios?