¿Qué dice la Biblia?
La Biblia sitúa los orígenes de este conflicto en la familia de Abraham. Tanto judíos como musulmanes reclaman a Abraham como su antepasado, pero a través de hijos diferentes: los judíos a través de Isaac y los árabes (de quienes descienden muchos musulmanes) a través de Ismael. La tensión entre estos hermanos y sus madres, Sara y Agar, se registra en el Génesis (Génesis 16:1-16; 21:8-21). Esta división ancestral prepara el terreno para futuros conflictos (Génesis 25:18). Sin embargo, las Escrituras también ofrecen una visión de paz y reconciliación (Isaías 2:4; Efesios 2:14-18), llamando a los creyentes a ser pacificadores (Mateo 5:9) y a amar incluso a sus enemigos (Mateo 5:44).