¿Cuántos hijos tuvo Abraham?

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En resumen:

Abraham tuvo ocho hijos biológicos y muchos hijos espirituales. Quienes ponen su fe en Cristo son herederos del linaje espiritual de Abraham. Dios cumplió Su pacto eterno con Abraham al darle una descendencia numerosa.

Del Antiguo Testamento

  • El primer hijo de Abraham fue Ismael, nacido de Agar, la sierva de su esposa (Génesis 16). Abraham tenía ochenta y seis años cuando nació Ismael (Génesis 16:16).
  • El segundo hijo de Abraham, Isaac, nació de su esposa Sara cuando Abraham tenía cien años y Sara noventa (Génesis 21:2-7). Dios le había dicho a Abraham: “Te haré fecundo en gran manera, y de ti haré naciones, y de ti saldrán reyesa. Estableceré Mi pacto contigo y con tu descendencia después de ti, por todas sus generaciones, por pacto eterno, de ser Dios tuyo y de toda tu descendencia después de ti. Y te daré a ti, y a tu descendencia después de ti, la tierra de tus peregrinaciones, toda la tierra de Canaán como posesión perpetua. Y Yo seré su Dios»” (Génesis 17:6-8). Dios dejó claro que establecería este pacto con Isaac, el hijo que Él mismo le daría a Abraham a través de Sara (Génesis 17:16, 19).
  • Isaac ocupa un lugar de importancia como ninguno de los otros hijos que la Biblia menciona. De hecho, Dios se refirió a Isaac como “tu hijo, tu único, a quien amas, a Isaac” (Génesis 22:2). De Isaac nacieron las doce tribus de Israel, el pueblo elegido por Dios a través del cual vendrían el Mesías y la redención.
  • Tras la muerte de Sara, Abraham se casó con Cetura, quien le dio seis hijos: Zimram, Jocsán, Medán, Madián, Isbac y Súa (Génesis 25:1-4).
  • Como Isaac era el único hijo de Sara, la esposa de Abraham, fue considerado el primogénito y único heredero de los bienes de su padre. Génesis 25:5-6 explica: “Abraham dio a Isaac todo lo que poseía. A los hijos de sus concubinas Abraham les dio regalos, viviendo aún él, y los envió lejos de su hijo Isaac hacia el este, a la tierra del oriente”. Así, los otros hijos se convirtieron en los jefes de las tribus que vivían al este de Israel.
  • Génesis 25:12-18 enumera los doce hijos de Ismael, quienes llegaron a ser jefes de doce tribus, cumpliéndose así la promesa de Dios de hacer de él una gran nación. Ismael vivió ciento treinta y siete años y, tras su muerte, sus descendientes se asentaron en la región que va de Havila a Shur, cerca de Egipto, donde vivieron en hostilidad hacia sus parientes. A pesar de la hostilidad previa entre Isaac e Ismael, Génesis 25:9 relata que, tras la muerte de Abraham, ambos lo sepultaron, lo que sugiere que pudieron unirse para honrar a su padre. Este acto indica un momento de paz entre los hermanos.

Del Nuevo Testamento

  • Los hijos de Abraham incluyen a todos los que confían en Cristo para su salvación. Pablo explica: “Por tanto, sepan que los que son de fe, estos son hijos de Abraham” (Gálatas 3:7). Cualquiera que pone su fe en Dios y en el sacrificio de Su Hijo Jesús es adoptado en la familia de Abraham, y Dios lo considera Su propio hijo. Abraham tiene ahora innumerables “hijos” que han seguido su ejemplo de fe al confiar en Dios y en las promesas de Su Palabra (ver Romanos 4 y Gálatas 3:27-28).
  • Hebreos 11:11-12 dice: “También por la fe Sara misma recibió fuerza para concebir, aun pasada ya la edad propicia, pues consideró fiel a Aquel que lo había prometido, por lo cual también nació de uno, y este casi muerto con respecto a esto, una descendencia como las estrellas del cielo en número, e innumerable como la arena que está a la orilla del mar ”. Isaac es el hijo a través del cual Dios continuaría Su promesa a Abraham de convertirlo en una gran nación y bendecir a todas las familias de la tierra (Génesis 12:2-3; 17:15-21). En última instancia, esta bendición para “todas las familias de la tierra” se refiere al Mesías que vendría a través del linaje de Isaac: Jesucristo (ver Gálatas 3; Mateo 1:1-2; Lucas 3:34).

Implicaciones para hoy

La paternidad de Abraham es un buen ejemplo de cómo podemos confiar en la Palabra de Dios sin empeñarnos en cumplir Sus promesas en nuestro tiempo y por nuestros propios medios. Aunque Abraham y Sara tramaron tener a Ismael a través de Agar para asegurarse un descendiente, las promesas de Dios se cumplieron. En el tiempo de Dios y por Su mano milagrosa, Sara dio a luz a Isaac, el hijo que cumpliría la promesa que Él había hecho. Ahora, a cualquiera que pone su fe en Dios se le considera hijo de Abraham (Gálatas 3:27-28). Así, la promesa divina de “haré de ti una nación grande, y te bendeciré, engrandeceré tu nombre, Y serás bendición”, se ha cumplido (Génesis 12:2). Con frecuencia, intentamos tomar el control y hacer las cosas como creemos mejor, en lugar de confiar en lo que el Señor ha dicho. Esperar el cumplimiento de las promesas de Dios no significa inactividad, sino trabajar fielmente de la manera en que Él nos ha llamado a vivir mientras aguardamos lo que ha de venir.

Comprende

  • Abraham tuvo un total de ocho hijos biológicos.
  • Isaac fue el hijo elegido por Dios para cumplir Su pacto eterno con Abraham.
  • Cualquiera que confía en Cristo para su salvación es parte de la herencia de Abraham.

Reflexiona

  • ¿Qué desafíos enfrentó Abraham por no confiar en los planes de Dios para el hijo que Él le daría?
  • ¿Qué aprendemos sobre el carácter de Dios al ver cómo cumplió Su promesa a Abraham de darle una descendencia numerosa?
  • Como creyente, ¿qué cumplimiento de la promesa de Dios experimentas al ser considerado un hijo de Abraham?

Ponlo en práctica

  • Aunque Abraham tuvo muchos hijos, Dios cumplió Su promesa solo a través de Isaac. ¿Qué revela esto acerca de Dios y de Sus planes y propósitos?
  • ¿De qué manera las consecuencias de la falta de fe de Abraham te desafían a confiar en el carácter y las promesas de Dios?
  • Sabiendo que quienes confían en Dios tienen la esperanza de que Él dispone todas las cosas para su bien (Romanos 8:28), ¿qué actitud debemos tener ante el pecado y el fracaso cuando intentamos tomar el control de las situaciones?