¿Qué dice la Biblia?
En el Antiguo Testamento, se predijo que Esaú y Jacob, los hijos gemelos de Isaac y Rebeca, dirigirían naciones separadas. Esaú, el mayor, le vendió su primogenitura a Jacob por un plato de guiso y, más tarde, Jacob recibió con engaño la bendición de su padre que estaba destinada a Esaú. A pesar del deseo de Esaú de recibir la bendición de su padre, esta le fue concedida a Jacob, lo que provocó el resentimiento de Esaú. Este planeó vengarse, pero finalmente perdonó a Jacob cuando se reencontraron tras años de separación. Los descendientes de Esaú, los edomitas, se establecieron en un territorio distinto al de los israelitas.