¿Qué significa Efesios 2:8-9?

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En resumen:

Efesios 2:8-9 comunica que somos pecadores y que solo podemos ser salvados por la gracia de Dios, un regalo que Él nos da gratuitamente. No podemos hacer nada para ganar la salvación por nuestros propios méritos.

Del Antiguo Testamento

  • Génesis 15:6 dice de Abraham: “Y Abram creyó en el Señor, y Él se lo reconoció por justicia”. Pablo se hace eco de este pasaje en Romanos 4:3, dejando claro que los santos del Antiguo Testamento también fueron salvados por la gracia de Dios, expresada a través de la fe en Él.
  • Dios expresó Su gracia hacia los israelitas en Deuteronomio 7:7-8: “El Señor no puso Su amor en ustedes ni los escogió por ser ustedes más numerosos que otro pueblo, pues eran el más pequeño de todos los pueblos; mas porque el Señor los amó y guardó el juramento que hizo a sus padres, el Señor los sacó con mano fuerte y los redimió de casa de servidumbre, de la mano de Faraón, rey de Egipto”. Al igual que los israelitas, los creyentes no pueden hacer nada para merecer la salvación. Todo depende de la gracia de Dios.

Del Nuevo Testamento

  • En Efesios 2:8-9, Pablo les dice a los gentiles de la iglesia de Éfeso: “Porque por gracia ustedes han sido salvados por medio de la fe, y esto no procede de ustedes, sino que es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe”. Nadie puede hacer nada para ganarse la salvación ni ser lo suficientemente bueno para merecerla. En cambio, Dios nos regala libremente Su gracia debido a Su amor por nosotros, a pesar de que no la merecemos. Estos versículos enfatizan que no podemos presumir de nuestro propio poder, porque es solo por el poder de Dios que somos redimidos. Él recibe toda la gloria, no nosotros.
  • En 2 Corintios 12, Pablo le pide al Señor que le quite una dolencia que padece; el versículo 9 registra la respuesta del Señor: “Te basta Mi gracia, pues Mi poderse perfecciona en la debilidad". Por tanto, con mayor razón me gloriaré de mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo”. Dios es glorificado a través de la gracia que nos muestra.
  • En Tito 3:5-7, como parte de su discipulado, Pablo le escribe a Tito sobre la gracia de Dios: “Él nos salvó, no por las obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino conforme a Su misericordia, por medio del lavamiento de la regeneración y la renovación por el Espíritu Santo, que Él derramó sobre nosotros abundantemente por medio de Jesucristo nuestro Salvador, para que justificados por Su gracia fuéramos hechos herederos según la esperanza de la vida eterna”. Pablo le recuerda esto a Tito para animar a los creyentes de Creta, quienes son nuevas creaciones en Cristo. Al haber sido salvados por gracia para una nueva vida, no deben continuar con las conductas de su vida pasada.

Implicaciones para hoy

Hay una sabiduría popular en el dicho “si parece demasiado bueno para ser verdad, probablemente no lo sea”. En un momento u otro, todos hemos creído en alguna promesa de un regalo “gratis” que resultó ser una decepción. Pero, sorprendentemente, el regalo más importante que jamás se nos ofrecerá es realmente gratuito: el don de la gracia de Dios para aquellos que ponen su fe en Cristo. ¡Esto es algo que suena demasiado bueno para ser verdad, pero es cierto! No importa lo inteligente o atractivo que seas, la posición que ocupes, la elocuencia con que hables o el dinero que tengas. Nada de eso es suficiente para merecer la salvación. Y no lo es porque no se trata de quiénes somos nosotros, sino de quién es Dios: nuestro amoroso Creador que desea tener una relación con nosotros ahora y por toda la eternidad. Y este regalo no se trata solamente del cielo; es una invitación a una vida completamente nueva. En Cristo, somos perdonados por completo de nuestros pecados, hechos hijos de Dios y recibimos el Espíritu Santo que vive en nosotros y nos transforma continuamente para que nos parezcamos más a Cristo (Juan 1:12; Romanos 8; 2 Corintios 5:17-21; Efesios 1:3-14; Filipenses 1:6; 2:12-13). Cuando nos damos cuenta de que se nos ha concedido un don que no tuvimos que ganar, debemos hacer lo que aconseja Pablo y vivir "de una manera digna de la vocación con que han sido llamados” (Efesios 4:1). La vida de los creyentes debe dar testimonio del regalo inmerecido de la gracia de Dios. Es una vida dedicada a conocer a nuestro Padre, una vida que debe animarnos a servirle y a hablarles a otros de Él (Mateo 5:13-16; 28:18-20; Efesios 4:17-32). El don de la salvación puede parecer demasiado bueno para ser verdad, pero gracias a Dios, sabemos que es cierto. La salvación es realmente un regalo de Dios, ¡y de verdad lo cambia todo!

Comprende

  • La salvación es un regalo de Dios, no algo que podamos ganar a través de las obras.
  • Recibimos la salvación por gracia a través de la fe.
  • Toda la gloria le pertenece a Dios por darnos la salvación.

Reflexiona

  • ¿Cómo influye en tu relación con Dios el comprender que la salvación es un don gratuito de Su gracia por medio de la fe?
  • ¿De qué maneras has intentado “ganarte” el favor de Dios y cómo puedes, en cambio, descansar en Su gracia?
  • ¿Cómo te ayuda a enfocar tu fe el hecho de reconocer que dependes de la gracia de Dios?

Ponlo en práctica

  • ¿Por qué a menudo nos cuesta aceptar que la salvación no se puede ganar mediante buenas obras o esfuerzo personal?
  • ¿Cómo desafía Efesios 2:8-9 nuestra visión del éxito en la vida espiritual?
  • ¿De qué manera pueden nuestras vidas reflejar gratitud por el don de la gracia de Dios y animar a otros a hacer lo mismo?