¿Tiene Dios un plan para mí?

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En resumen:

Dios tiene planes generales y específicos para cada persona, llamándonos a volvernos a Él, a vivir para Él y a seguir Sus caminos. Podemos seguir fielmente estos planes generales mientras buscamos y descubrimos los propósitos únicos que Él tiene para nuestras vidas.

Del Antiguo Testamento

  • Génesis 12:3 prefigura el plan redentor de Dios, que se extiende a todos, e indica que a través de los descendientes de Abraham, todas las naciones serían bendecidas. El plan de Dios para la humanidad es conocerle y ser salvo por Él.
  • Isaías 45:22 dice: “Vuélvanse a Mí y sean salvos, todos los términos de la tierra; porque Yo soy Dios, y no hay ningún otro”. Dios llama a todos los pueblos, no solo a Israel, a acudir a Él en busca de salvación.
  • Ezequiel 18:23 declara de manera similar: “¿Acaso me complazco Yo en la muerte del impío», declara el Señor Dios, «y no en que se aparte de sus caminos y viva?”. Aquí, Dios expresa que no se complace en la muerte del impío, sino que desea el arrepentimiento y la vida para todos, mostrando Su corazón de redención y restauración.
  • Jeremías 29:11-13 refleja además los planes de Dios para la humanidad: “Porque Yo sé los planes que tengo para ustedes”, declara el Señor, planes de bienestar y no de calamidad, para darles un futuro y una esperanza. Ustedes me invocarán y vendrán a rogarme, y Yo los escucharé. Me buscarán y me encontrarán, cuando me busquen de todo corazón”. Aunque originalmente se dirigía a los israelitas exiliados, este pasaje pone de relieve el deseo de Dios de restauración, esperanza y una relación con aquellos que le buscan fervientemente.
  • Cuando se trata de planes específicos para cada persona, la Biblia está llena de relatos personales y versículos que nos dicen que Dios creó a cada persona con un propósito en mente. Por ejemplo, vemos cómo Dios preparó a Moisés para ser quien sacara a Su pueblo de la esclavitud egipcia (Éxodo 1-4). A Jeremías, Dios le dijo: “Antes que Yo te formara en el seno materno, te conocí,
  • y antes que nacieras, te consagré; te puse por profeta a las naciones” (Jeremías 1:5). David dijo a Dios en el Salmo 139: “Tus ojos vieron mi embrión, y en Tu libro se escribieron todos los días que me fueron dados, cuando no existía ni uno solo de ellos.”.

Del Nuevo Testamento

  • El plan de Dios es que cada persona llegue a un conocimiento salvador de Jesucristo a través de la fe en Su obra en la cruz y Su resurrección, aunque no todos seguirán el plan de Dios. Pedro escribió a un grupo de iglesias: “El Señor no se tarda en cumplir Su promesa, según algunos entienden la tardanza, sino que es paciente para con ustedes, no queriendo que nadie perezca, sino que todos vengan al arrepentimiento” (2 Pedro 3:9). Dios quiere dar el mayor tiempo posible para que la mayor cantidad de almas acepte el don gratuito de la salvación por medio de Jesús. Otros pasajes hablan de la voluntad de Dios de que la gente se salve, como 1 Timoteo 2:4, que afirma que Dios quiere que todos “sean salvos y vengan al pleno conocimiento[a] de la verdad.”.
  • El plan de Dios es que vivamos según Sus caminos. Jesús dijo a Sus seguidores: “Si guardan Mis mandamientos, permanecerán en Mi amor, así como Yo he guardado los mandamientos de Mi Padrey permanezco en Su amor. Estas cosas les he hablado, para que Mi gozo esté en ustedes, y su gozo sea perfecto.Este es Mi mandamiento: que se amen los unos a los otros, así como Yo los he amado” (Juan 15:10-12). Esto da a los creyentes un marco para la vida y la toma de decisiones, un plan general que Él quiere que cada uno de nosotros siga.
  • Primera de Tesalonicenses 4:3 dice que la voluntad de Dios es que los creyentes busquen la santidad, lo que incluye mantener la pureza y evitar la inmoralidad sexual como aspecto clave para vivir una vida santificada.
  • Los planes de Dios para nosotros también incluyen la gratitud. Primera de Tesalonicenses 5:18 dice: “Den gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para ustedes en Cristo Jesús”. La gratitud es fundamental en la voluntad de Dios para Su pueblo, independientemente de las circunstancias, porque se puede confiar en Dios.
  • El Nuevo Testamento ofrece muchas exhortaciones sobre cómo debemos vivir en este mundo y con los demás (por ejemplo, Romanos 12; Efesios 4; Filipenses 2:12-13; Colosenses 3; Santiago 1). Cada instrucción nos ayuda a tomar decisiones sobre nuestras vidas, y seguir cada una de ellas alinea nuestras vidas con la voluntad de Dios para nosotros.
  • La voluntad de Dios para nosotros implica hacer buenas obras mientras vivimos de acuerdo con Sus caminos. Vivir así es para nuestro bien, refleja Su carácter y sirve como un testimonio que puede contrarrestar malentendidos o críticas contra la fe (1 Pedro 2:15).
  • Los planes específicos de Dios para las personas se pueden ver cuando a Zacarías e Isabel se les dijo que su hijo, Juan, “irá delante del Señor en el espíritu y poder de Elías para hacer volver los corazones de los padres a los hijos, y a los desobedientes a la actitud de los justos, a fin de preparar para el Señor un pueblo bien dispuesto” (Lucas 1:17).
  • Efesios 2:10 enfatiza que Dios nos ha creado con un propósito, diseñando buenas obras específicas para que cada persona las cumpla.

Implicaciones para hoy

Discernir el plan y el propósito de Dios para nuestra vida suele ser un viaje que dura toda la vida, con diferentes propósitos en diferentes épocas. Jesús, al referirse a las preocupaciones sobre nuestra vida, dijo que hasta los cabellos de nuestra cabeza están contados y que Él ve nuestro valor como individuos (Lucas 12:7). Buscar a Dios, pedirle dirección en todo lo que hacemos y escuchar atentamente a Su Espíritu Santo es la forma en que discernimos cada paso a seguir, lo que nos llevará a la voluntad de Dios para nuestra vida. Es la gran aventura de seguir con obediencia los pasos de Jesucristo. Mientras esperamos que Dios nos revele los detalles, Él ya nos ha dado varios planes en Su Palabra para seguir. Nos ha dicho que amemos a Dios y amemos a los demás (Mateo 22:37-39). En todo lo que hacemos, podemos amar a Dios y amar a los demás. Esto es fundamental en la voluntad de Dios para cada creyente. También podemos buscar la santidad y procurar caminar en el Espíritu en lugar de vivir para nosotros mismos y para el pecado (Gálatas 5:13-26). Podemos centrarnos en ser una luz en el mundo, haciendo buenas obras que reflejen el carácter de Dios (Efesios 2:10) y cumpliendo la Gran Comisión de hacer discípulos de todas las naciones (Mateo 28:19-20). También podemos enfocarnos en tener actitudes humildes y agradecidas mientras esperamos que el Señor nos aclare Sus planes específicos (1 Tesalonicenses 5:18). Estos planes generales nos sirven de guía mientras navegamos por los detalles únicos del propósito de Dios para la vida de cada uno. Nos recuerdan que, incluso cuando los detalles concretos no están claros, podemos caminar fielmente en obediencia a los planes ya descritos en la Palabra de Dios. Al hacerlo, nos alineamos con el propósito más amplio de Dios y, mientras lo buscamos con diligencia, Él nos revela fielmente cada paso a seguir. Este proceso de descubrir y vivir la voluntad de Dios se convierte en un viaje transformador, lleno de propósito, crecimiento y la alegría de acercarnos más a Él.

Comprende

  • Dios llama a todos a volverse a Él y a vivir de acuerdo con Sus caminos.
  • Aunque los detalles exactos no siempre estén claros, Dios tiene propósitos únicos para cada persona.
  • Podemos seguir los planes generales de Dios para nosotros mientras esperamos que se aclaren Sus planes específicos.

Reflexiona

  • ¿Cómo puedes alinear mejor tu vida diaria con los planes generales que Dios tiene para nosotros, como amar a los demás y buscar la santidad?
  • ¿En qué áreas de tu vida buscas actualmente claridad sobre el plan específico de Dios, y cómo puedes confiar más en Él durante este período de espera?
  • ¿Cómo te anima o te desafía comprender que Dios tiene un propósito único para ti?

Ponlo en práctica

  • ¿Cuál es la importancia de vivir según los planes generales de Dios mientras esperas los específicos?
  • ¿Qué pasos prácticos puedes dar para discernir los propósitos únicos de Dios para tu vida?
  • ¿Qué te enseña sobre el carácter de Dios y Su relación con la humanidad el saber que Él tiene planes generales y específicos para ti?