¿Qué dice la Biblia?
Las ciudades de refugio en el Antiguo Testamento proporcionaban protección a quienes cometían un asesinato involuntario. Estas ciudades, administradas por los levitas, ofrecían un refugio seguro hasta que se pudiera llevar a cabo un juicio justo. Si se le declaraba culpable de homicidio involuntario y no de asesinato, el individuo podía permanecer en la ciudad hasta la muerte del sumo sacerdote, tras lo cual podía regresar a salvo a su hogar. Este sistema prefigura el plan de salvación de Dios a través de Jesucristo, donde podemos encontrar refugio y perdón por nuestros pecados acudiendo a Él. Hoy, podemos encontrar paz y un nuevo comienzo en Jesús, sabiendo que nuestros pecados no se cuentan en nuestra contra si confiamos en Él.