¿Qué dice la Biblia?
Después de que los israelitas salieron de Egipto, Caleb, de la tribu de Judá, fue uno de los doce espías enviados a explorar la Tierra Prometida de Canaán. A pesar de que la mayoría sintió miedo debido a los fuertes habitantes y las ciudades fortificadas, Caleb y Josué confiaron en que Dios les daría la victoria. Sin embargo, los israelitas, atemorizados, se rebelaron y desearon regresar a Egipto. Como resultado, Dios decretó que esa generación moriría en el desierto, con la excepción de Caleb y Josué, y que el pueblo vagaría durante cuarenta años. Finalmente, a los ochenta y cinco años, Caleb reclamó su herencia en Hebrón gracias a su fe inquebrantable, lo que trajo paz a la tierra.