¿Dice algo la Biblia sobre las coincidencias?

featured article image

En resumen:

Si las cosas suceden por casualidad, entonces nuestras acciones no importan. La Biblia, sin embargo, no deja lugar a la casualidad; en cambio, nos consuela saber que Dios actúa activamente en nuestras vidas para nuestro bien y Su gloria.

Del Antiguo Testamento

  • Dios es soberano. Es omnisciente y todopoderoso (Job 42:1-2). Desde el principio del Génesis, es evidente que Dios tiene el control.
  • Dios conoce todas las decisiones que tomaremos y las consecuencias que experimentaremos (Salmo 139:1-4). Para Dios no hay sorpresas, accidentes ni karma.

Del Nuevo Testamento

  • Dios es soberano. Él es el Alfa y la Omega (Apocalipsis 22:13), y Su sabiduría es incomprensible (Romanos 11:33-36). Desde el Génesis hasta el Apocalipsis, es evidente que Dios tiene el control.
  • Incluso antes de que Adán y Eva trajeran el pecado al mundo, Dios sabía que Jesús tendría que morir en la cruz para traer la redención (Apocalipsis 13:8).
  • Dios no solo tiene el control soberano, sino que se preocupa por Su creación. Él conoce el número de estrellas en el cielo e incluso el número de cabellos de cada uno de nosotros (Lucas 12:7).
  • Dios tiene en cuenta cada detalle de algo tan simple como una flor y tan complejo como el corazón humano (Mateo 6:28-30).
  • Algunos pasajes de la Biblia contienen frases con connotación de coincidencia. Por ejemplo, en la historia del Buen Samaritano en Lucas 10, se dice que “por casualidad” un sacerdote se cruzó con el hombre golpeado en el camino. Sin embargo, en el contexto de la Biblia en su conjunto, está claro que, si bien el paso del sacerdote fue inesperado desde una perspectiva humana, Dios ya sabía lo que iba a suceder: que no sería la persona considerada justa por la sociedad, sino el samaritano despreciado, quien se detendría y ayudaría al hombre.

Implicaciones para hoy

Dios tiene un plan. Él entreteje todos los acontecimientos y todas las decisiones para Su propósito mayor de redimir a Su creación y reunirse con ella. Que Moisés se encontrara con una zarza ardiente no fue una coincidencia (Éxodo 3). Dios quería encontrarse con él allí. Que Abraham encontrara un carnero para sacrificar en lugar de su hijo no fue una coincidencia. Dios sabía que Abraham le sería fiel y le proporcionó un sacrificio alternativo (Génesis 22). La llegada de Jesús a Jerusalén la semana de la Pascua no fue una coincidencia. Porque Jesús mismo ocuparía el lugar del cordero pascual, destruyendo para siempre el poder del pecado con Su sacrificio final. En Isaías 46:9-11, Dios dice: “Acuérdense de las cosas anteriores ya pasadas, Porque Yo soy Dios, y no hay otro; Yo soy Dios, y no hay ninguno como Yo, que declaro el fin desde el principio, Y desde la antigüedad lo que no ha sido hecho. Yo digo: “Mi propósito será establecido, Y todo lo que quiero realizaré”. Podemos consolarnos sabiendo que Dios tiene un plan para nuestras vidas. En momentos de incertidumbre o cuando enfrentas desafíos, puedes confiar en que Dios está orquestando cada detalle para nuestro bien y Su gloria (Romanos 8:28). Reconocer Su mano en nuestras circunstancias puede cambiar nuestra perspectiva, ayudándonos a aferrarnos a la fe por encima del miedo. A medida que buscamos vivir de acuerdo con Sus propósitos, podemos encontrar paz en la seguridad de que nada es al azar en la economía de Dios: cada acontecimiento es una oportunidad de crecimiento, revelación y conexión más profunda con Él.

Comprende

  • La Biblia afirma que Dios es soberano, omnisciente y tiene el control.
  • Para Dios no hay coincidencias ni sorpresas.
  • Dios entreteje los eventos y decisiones de nuestras vidas para Su gloria y nuestro bien.

Reflexiona

  • ¿Cómo influye la comprensión de la soberanía de Dios en tu perspectiva de los acontecimientos de tu vida que parecen coincidentes?
  • ¿Cómo has experimentado la guía o intervención de Dios en situaciones inesperadas?
  • ¿En qué momento una supuesta coincidencia ha resultado ser parte del gran plan de Dios?

Ponlo en práctica

  • Quizás el papel de las coincidencias a los ojos de Dios se capte mejor con las palabras de Albert Einstein: “Las coincidencias son la forma que tiene Dios de permanecer en el anonimato”.
  • ¿Qué implicaciones tiene la creencia en la soberanía de Dios para nuestra comprensión del libre albedrío y de nuestras elecciones?
  • ¿De qué manera el reconocimiento de la mano de Dios en los acontecimientos, tanto mundanos como significativos, cambia nuestro enfoque de los retos y las incertidumbres que enfrentamos?