¿Qué dice la Biblia?
Baal, el dios principal de los cananeos, fue adorado en Israel y Judá, lo que condujo a la decadencia moral y al juicio divino. A pesar de las advertencias de Dios, el culto a Baal persistió, incluyendo sacrificios de niños. En un famoso enfrentamiento, Dios demostró Su supremacía sobre Baal a través de Elías. Del mismo modo, los fariseos acusaron a Jesús de tener poderes demoníacos, pero Él afirmó que Sus obras eran obra de Dios. Estos relatos nos enseñan a adorar y seguir a Dios de todo corazón, rechazando cualquier cosa que nos aleje de Él, dando prioridad a la obediencia y encontrando la verdadera satisfacción solo en Él.